Ingresado en el hospital un niño de trece años que intentó
tragarse un ratón vivo
En 1985 este titular se repitió hasta la saciedad en las páginas de
sucesos de los periódicos. Cualquier persona que haya nacido antes
de 1979 sabrá por qué. Fue algo como aquellos niños que saltaban
por la ventana para salir volando cuando se rodó Superman. Algo
relativamente común...
Sí, vale, vale, lo reconozco. No fue algo tan común. Era una cosa
bastante estúpida. Pero que quede claro que yo nunca salté por
ninguna ventana para parecerme a Superman ni me tragué nunca un
ratón.
Lo que me tragué fue un hámster, que es muy distinto.
Antes de que me crucifiquéis y penséis, «mira el friqui este, ya
de chico lo flipaba» quiero aclarar unas cuantas cosas. La situación
fue muy distinta, había que estar ahí para entenderlo. Os voy a
poner en antecedentes...
Todo sucedió en 1985, por aquel entonces había gente que pensaba
que Lorenzo Lamas iba a ganar un óscar; Kiko Veneno salía en un
programa infantil; Lobezno decía “sapristi”; David Hasselford
prefería un buen coche a unos implantes de silicona; al Un, Dos,
Tres no se le consideraba un programa cultural (aunque por entonces
era igual de penoso) y Estados Unidos ayudaba a los países africanos
con canciones como We are the world en vez de con bombardeos
masivos. Claro que ya por entonces había muchas semejanzas con
nuestro presente, como por ejemplo, Arnold Schwarzenegger ya era un
androide que apoyaba la destrucción masiva de los seres humanos.